La base, sin duda, es uno de los pasos de maquillaje más importante de todos. A la hora de maquillarnos, nuestro rostro se convierte en un canvas, nuestras brochas en un pincel, y la base es esa primera capa de “pintura” que colocamos. Ahora, a diferencia de la pintura, el maquillaje no se debe exagerar al colocarlo en nuestro rostro, ya que no queremos llenarnos de producto y sentir la cara pesada conforme el día avance. Por suerte, hoy traigo para ti un nuevo blog en el que te explico cómo colocar la base correctamente.
La base de maquillaje perfecta es aquella que no se ve tan penetrante en tu rostro, pero que se unifique mostrando una piel completamente perfecta tanto en el día como por la noche. La clave de un maquillaje natural y perfecto, comienza en la elección correcta del tono de la base de maquillaje y en la correcta aplicación. Hay muchos tipos de bases de maquillaje: liquidas, compactas, en polvo, en crema… pero la aplicación de todas ellas debería ser igual y mezclarse con la piel difuminando al máximo el maquillaje en el rostro.
Cuando elijas tu base de maquillaje, procura probar el producto en un lateral de tu rostro, evita las pruebas en manos o antebrazos, ya que el tono de la piel varía según la parte del cuerpo y no es cierto, que la mano tenga el mismo tono que la cara, ya que al igual que el cuello están expuestos a la luz del sol de forma totalmente diferente (este último siempre es más claro).
Por tanto, el tono de maquillaje que se difumina bien con tu piel y consiga mostrarse casi invisible y natural, será el tono correcto. No caigas en el error de comprar un maquillaje 1 o 2 tonos más oscuro que tu piel, pues mostrarás un rostro falso; si quieres obtener más color en tu rostro, utiliza después de la base de maquillaje, unos polvos bronceadores con aporten un ligero tono dorado y saludable a tu piel o puedes aplicar contornos en distintos puntos de la cara como las mejillas, la frente, la quijada, y la nariz. Lo ideal sería que compres dos tonos, el que es idéntico a tu piel y otro más claro para usarlo para iluminar tu rostro en la zona T.
Cuando ya hayas elegido la base de maquillaje más apropiada a tus necesidades y tu tipo de piel, aplica el producto con una brocha de maquillaje, plana y de buen pelo para que no haga rayas en la piel.
Coloca una pequeña parte del producto en tu mano y con una brocha comienza a pasarlo por todo tu rostro hasta el cuello. Difumina muy bien con la brocha para crear una base en tu rostro natural. Lo que puedes hacer después de esto es utilizar una esponja un poco húmeda y pasarla por todo tu rostro para asegurar que hayas difuminado todo correctamente (incluyendo el cuello) y lograr un acabado que no parezca cargado ni que te tome tanto tiempo.
No apliques producto en los párpados, pues conseguirás engrasarlos. Si quieres aplicar una base para que las sombras de ojos duren más, lo mejor es que apliques una sombra base o un producto específico para esta parte del rostro, que es la más delicada.
Ya tenemos la base perfecta, ahora adórnala, aplica un poco de iluminador irisado en tonos oro o plata encima de los pómulos, encima del labio superior, debajo del arco de la ceja y en el lagrimal para dar mucha luz a tu rostro. Después si lo deseas, puedes aplicar una pequeñísima cantidad de polvos con una brocha en las zonas donde tu base brille más, aunque con una correcta aplicación no necesitarás el uso de este producto.
Tu base de maquillaje ya está lista, has necesitado 5 minutos como máximo para conseguirla ahora con una aplicación de máscara, blush en las mejillas y tono en los labios estarás perfecta para cualquier situación, porque una piel bonita es el mejor accesorio que podemos tener.
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